Después del terremoto del 16 de abril, la prioridad del Gobierno ha sido la atención para los miles de damnificados de las provincias afectadas. Al momento, se da atención a 22.421 personas quienes están alojadas en los 103 albergues que se establecieron luego del desastre. Las provincias de Manabí y Esmeraldas fueron las más afectadas.

Una de las características del proceso de atención a las víctimas del terremoto fue la celeridad. El Gobierno movilizó un importante contingente de personal, vehículos, recursos, víveres hacia las zonas afectadas. Los damnificados que permanecen en los albergues reciben atención integral. Salud, sicología, trabajadores sociales, actividades recreativas para los más pequeños, todos los cuidados necesarios se prestan en estos campamentos.

Los albergues cuentan con todos los servicios básicos. Agua, luz, alimentación, cocinas industriales, frigoríficos, todo lo necesario para asegurar su bienestar. Camas, frazadas, toldos, colchones se entregaron para los damnificados. Gran parte de la gestión fue posible por la ayuda que países amigos del Ecuador enviaron desde los primeros momentos de la tragedia.  Colombia, Brasil, Perú, Rusia, México, Estados Unidos, Chile… La lista de las donaciones es extensa.