El Gobierno de Colombia y las FARC solicitaron hoy a la ONU la creación de una misión de observadores internacionales para verificar el alto el fuego definitivo y la dejación de armas, un paso importante para el fin del conflicto que las partes discuten en la última etapa del proceso de paz.

Los equipos negociadores de ambas partes anunciaron hoy en La Habana su decisión de conformar un mecanismo tripartito de monitoreo y verificación del futuro cese el fuego bilateral y definitivo, que incluirá esa misión internacional elegida por la ONU, encargada también de comprobar la dejación de armas por parte de la guerrilla.

El mecanismo estará integrado por representantes elegidos por el Gobierno, por la guerrilla y por esa misión política internacional, que estará integrada por expertos civiles no armados de países miembros de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).

El componente internacional «presidirá y coordinará» el mecanismo tripartito de verificación y será el ente que «dirima controversias, realice recomendaciones y presente informes», una vez que empiecen sus trabajos después de la firma de la paz, con un mandato de doce meses prorrogables, según un comunicado conjunto anunciado hoy en La Habana.

Las partes hacen ya esta solicitud a la ONU para tener listo ese equipo de expertos para la firma del acuerdo, que el Gobierno mantiene que se producirá en el plazo fijado del 23 de marzo; aunque las FARC son más escépticas ante la posibilidad de terminar en esa fecha.

El Gobierno de Colombia hará próximamente la petición formal al secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, y al Consejo de Seguridad de la ONU; y también abordará el asunto en la cumbre de la CELAC del 27 de enero en Quito.

El jefe de la delegación gubernamental en el proceso de paz, Humberto de la Calle, señaló a la prensa que se trata de un «momento determinante» en el proceso de paz y que lo anunciado hoy es una «muestra de la decisión política» del Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) de terminar el conflicto.

«Será el fin de la guerra. Será la mejor noticia para los colombianos. Lo de hoy no es sólo el inicio de un trámite internacional, es una inequívoca muestra del deseo de finalizar la confrontación», subrayó.

Según De la Calle, que el fin del conflicto y la entrega de las armas se produzca con el apoyo y garantías de organismos internacionales como la ONU y la CELAC es un «mensaje de tranquilidad para los colombianos».

Por su parte, el jefe negociador de las FARC, «Iván Márquez», alias de Luciano Marín Arango, indicó que la solicitud remitida hoy a Naciones Unidas para crear ese equipo de observadores internacionales es «una fuerte señal y una feliz premonición de que el proceso de paz se encamina inexorablemente hacia la terminación del más largo conflicto del continente».

«Es un hecho que las conversaciones en busca de la anhelada reconciliación han entrado en una etapa definitiva, que sesenta años de confrontación pueden concluir, para regocijo de la humanidad, en el curso de este 2016», afirmó el «numero dos» de la insurgencia.

Las partes anunciaron hoy este nuevo acuerdo pocos días después de haber retomado en La Habana las negociaciones de paz tras el receso navideño y después del trascendental pacto sobre la reparación de más de seis millones de víctimas y los mecanismos de justicia transicional, logrado el pasado 15 de diciembre.

Con el punto sobre víctimas ya cerrado, los trabajos de la mesa de conversaciones se centran ahora en el punto referido al fin del conflicto, como el cese el fuego bilateral y definitivo y la dejación de las armas; temas que desde hace meses ya abordaba una subcomisión técnica compuesta por altos mandos militares de ambas partes.