Estos hallazgos se hicieron públicos como una señal de advertencia, pero afirmando que «los datos obtenidos requieren estudios adicionales con el fin de evaluar la posible participación del Culex en la propagación del zika y su papel en la epidemia».
Los investigadores recogieron 500 mosquitos y encontraron el virus en tres grupos de mosquitos. Cada grupo contiene entre uno y diez mosquitos. La presencia del virus en estos mosquitos no quiere decir que pueden transmitir el virus.
Antes de que este estudio fuera completado por la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz), se pensaba que la transmisión del Zika era únicamente por el mosquito Aedes aegypti. Los mosquitos Culex son «veinte veces mayor que la población de Aedes Aegypti» en el área metropolitana de Recife, según el estudio.
Fiocruz es una institución pública dependiente del Ministerio de Salud de Brasil. Es una de las instituciones de salud más antiguas y respetadas de Brasil que ha estado en la vanguardia de la lucha contra el Zika.
Tom Skinner, del departamento de prensa de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades dijo a CNN el jueves en respuesta a los hallazgos del estudio: «tiene que replicarse el estudio para tener una mejor comprensión de las posibles implicaciones. El volumen de evidencia científica hasta la fecha apunta claramente a que el Aedes es el principal vector implicado en los brotes de Zika».
Hay muchos tipos diferentes de mosquitos Culex. Este estudio encontró que el virus en los mosquitos Culex quinquefasciatus. Un estudio estadounidense publicado a principios de esta semana en la revista Emerging Infectious Diseases, descubrió que un tipo diferente de mosquito Culex no podía transmitir el virus del Zika en un entorno de laboratorio.
Llegaron a la conclusión de que es poco probable que este tipo de mosquito transmita el virus en EE.UU. A diario se conocen más datos sobre el virus del Zika, pero esta investigación parece en línea con lo que se sabe: el mosquito Aedes es el principal vector.
El virus se ha extendido a través de América desde el año pasado. La Organización Mundial de la Salud declaró una emergencia de salud pública internacional en febrero. Desde entonces, los investigadores han encontrado que el virus puede causar un defecto congénito devastador, llamado microcefalia, en los bebés nacidos de una madre infectada durante el embarazo.