A su paso por la parte occidental de Cuba, el huracán Ian dejó grandes destrozos, inundaciones y cortes eléctricos masivos y un apagón total de la corriente. Toda la isla se quedó sin luz en la tarde del martes, una situación inédita que se prolongó a lo largo de la madrugada del miércoles. Algunas zonas en las provincias de La Habana, Matanzas y Villa Clara ya cuentan con energía eléctrica, pero todavía muchos hogares siguen sin electricidad.
Asimismo, dejó al menos dos fallecidos en la occidental provincia Pinar del Río, la más afectada en donde se registraron destrozos en viviendas y locales comerciales, cayeron árboles y se cortaron vías de tránsito. De allí que sus autoridades instaron a más de 2,5 millones de residentes a evacuar sus hogares hacia terrenos más altos. Aunque al llegar a la isla se encontraba en categoría 3, horas después salir de nuevo al mar con dirección al oeste de la península de Florida, fue fortaleciéndose a categoría 4.
A la mañana del miércoles 28, Ian ha golpeado Florida con fuerza. Lluvias torrenciales y fuertes vientos han sacudido la costa suroccidental de la península mientras el ojo del huracán, la parte más peligrosa, ha tocado tierra en la zona de Cayo Costa, cerca de Fort Myers, con vientos sostenidos de unos 240 kilómetros por hora. Según las previsiones meteorológicas, la enorme tempestad podría llegar a golpear la costa al norte de Fort Myers y a unos 201 kilómetros al sur de Tampa.
Ian también ha dejado inundaciones históricas y graves destrozos en el centro de la península y se espera que vuelva a tocar tierra este viernes en Carolina del Sur. El presidente Joe Biden habló este jueves desde la sede de la Agencia Federal de Gestión de Emergencias para hacer una primera valoración del desastre, en la que mencionó que este podría ser el huracán más mortífero en la historia de Florida.