Según informó este martes la empresa en un comunicado, se trata de la primera fase de la infraestructura que, con 103 kilómetros de longitud, unirá la estación Pascuales y el terminal Troncal, en la provincia de Cañar.
Las provincias que se beneficiarán de la distribución de los combustibles serán Azuay, Cañar, El Oro, Guayas, Loja, Morona Santiago y Zamora Chinchipe, señaló la Vicepresidencia de Ecuador.
La obra, cuya construcción comenzó en 2013 y en la que trabajaron 5.000 personas, consta de cinco estaciones de bombeo y dos terminales para el almacenamiento y distribución, con un total de 215 kilómetros de longitud.
El contrato prevé la ingeniería y construcción del poliducto, así como la instalación de equipos y asistencia a la operación durante tres meses.
Con la inauguración del segundo tramo, prevista para junio, será posible el transporte de 30.800 barriles al día de diésel y gasolina desde Guayaquil (suroeste) a partir del terminal Pascuales, y de gas licuado de petróleo (GLP) a partir del terminal El Chorrillo, hasta la ciudad de Cuenca (sur).
El viaducto evitará el transporte en camiones tanque de los combustibles, tal como se lleva a cabo en la actualidad, lo que contribuirá a la seguridad del transporte de los derivados, que pasan por la cordillera de los Andes a una altitud de hasta 3.637 metros sobre el nivel del mar.
La infraestructura, además, reducirá la contaminación ambiental y y permitirá economizar 270 millones de dólares en los próximos veinte años, señala la nota.