Varios misiles lanzados desde Irán pusieron en alerta a Israel desde la mañana del pasado martes. Sirenas en varias partes de territorio israelí se activaron como consecuencia de los ataques masivos.
Las Fuerzas de Defensa de ese país informaron que más de 180 proyectiles fueron disparados hacia Israel, de los cuales, la mayoría fueron interceptados.
Desde Irán, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica aseguró que la ofensiva se centró en objetivos militares y de seguridad israelí.
Anteriormente, Estados Unidos advirtió que Irán estaba dispuesto a lanzar un ataque con misiles balísticos contra Israel, lo que aumentó instantáneamente los temores de una guerra total en la región.
Luego de los ataques, el presidente Joe Biden aconsejó a Israel dar una “respuesta proporcional” a la ofensiva ejecutada por Irán. Sin embargo, alertó que no deberá tomar acciones sobre instalaciones nucleares, para evitar una escalada irreversible del conflicto.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que Irán cometió un “grave error”, y advirtió que el régimen “pagará por ello”.
“Nos atendremos a la regla que establecimos, quien sea que nos ataque, lo atacaremos”, dijo.
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