Mueller demandó a Swift en septiembre de 2015 por haberle hecho perder el empleo, al acusarlo frente a sus jefes de manosearla, y le exigía 3 millones de dólares por pérdidas de ingresos y por daños. Swift presentó una contrademanda en este caso civil, afirmando que le tocó el trasero mientras él y su novia posaban con ella para una foto en 2013 en Denver.