Jairo Libreros, analista político, en entrevista en Notimundo A La Carta con Marcela Holguín, manifestó que el juicio político contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, demuestra, en primer lugar, que los mecanismos de control político en América Latina funcionan, y en segundo lugar, reflejan la caída de una sector vinculado a la izquierda, especialmente el conocido Socialismo del Siglo XXI de Venezuela, Nicaragua, Bolivia y muy seguramente en Ecuador. «Día a día, en América Latina los procedimientos constitucionales demuestran que si es posible controlar los excesos de poder en los que incurren los mandatarios», dijo.
Libreros afirmó, además, que el ocaso de los «gobiernos progresistas» se desarrolla, en algunos casos, por la vía electoral como en Argentina y en Brasil por otro procedimiento constitucional, que tiene la misma legitimidad que cualquier elección. «Pensar que una persona que ha sido elegida popularmente no puede ser defenestrada por procedimientos constitucionales es ocultar la realidad. Lo que ocurre en Brasil y Venezuela demuestra que el Socialismo del Siglo XXI está llegando a sus últimos días de su vigor político», señaló el experto, quien dijo que hay que ser conscientes que las democracias vigorosas son en las que se dan alternancia en el poder, entre partidos e ideologías políticas.
Asimismo, el analista dijo que el desgaste de Rousseff será muy fuerte porque está en juego su legado y el de Lula Da Silva. Por ello, no descartó que durante este proceso de juicio político, que durará alrededor de 180 días, no se puede descartar la renuncia de la Mandataria, que estaría principalmente motivada para proteger a su partido. «Hay que proteger las instituciones, y los llamados, en estos momentos, a proteger la Democracia deben estar por encima de los intereses personales», reiteró.
Sobre el proceso de paz entre el Gobierno de Colombia y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el ofrecimiento de Ecuador de acoger una de las mesas de ese diálogo, Libreros señaló que hay un problema muy grave con esta agrupación armada y que no se ha podido superar. Ese es, dijo, el compromiso efectivo de regresar a la libertad de un número importante de secuestrados que tiene en su poder y suspender de manera inmediata esta actividad. «Pero ellos han señalado que no se detendrán y eso en Colombia es inaceptable para el Presidente Juan Manuel Santos», acotó.