A tres meses de las elecciones presidenciales, se siguen moviendo fichas dentro del partido demócrata. La esperada salida de Joe Biden de la contienda, y la nominación de Kamala Harris como su sucesora, marcaron la carrera para llegar a la Casa Blanca.
El elegido para ser el binomio de Harris fue el gobernador de Minnesota, Tim Walz. La decisión se dio de manera acelerada, y en tiempo récord, sin embargo, el exprofesor y veterano de la Guardia Nacional del Ejército, se sumó al proyecto político del partido demócrata para enfrentar nuevamente a Donald Trump.
En la preselección, figuraron nombres como el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro y el senador de Arizona, Mark Kelly, pero el veredicto final de la actual vicepresidenta apostó por Walz.
El ahora compañero de fórmula de Harris reaccionó a su nominación, y a través de un corto mensaje expresó:
“Es el honor de mi vida unirme a esta campaña. La vicepresidenta Harris nos está mostrando la política de lo que es posible”, dijo.
De su lado, Harris se mostró entusiasta, y aseguró que su principal objetivo es vencer a Donald Trump en las elecciones.
“Tenemos mucho trabajo por hacer. Necesitamos pasar esa elección y ganarla”, sostuvo.
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