El extraño enfrentamiento judicial que Katy Perry ha mantenido contra un grupo de monjas finalmente ha terminado.

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La cantante lleva más de dos años intentando comprar una propiedad perteneciente a la iglesia católica estadounidense y la transacción ha superado lo que debería ser su última barrera.
Esto, luego de que una jueza de la Corte Superior de Los Ángeles, Stephanie Bowick, le diera la razón a la cantante en la lucha judicial que mantenía con las de la Congregación Misioneras Corazón de María y sus representantes, Rita Callahan y Catherine Rose Holzman.