La comisión de la Cámara de Diputados creada para decidir si existen méritos jurídicos para abrirle un juicio político a la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, concluirá su trabajo en menos de un mes, consideró hoy su presidente, Rogério Rosso.

«Imagino que para el 11 de abril el informe será votado y podrá ir entonces al pleno de la Cámara», dijo a periodistas el diputado Rosso, quien sostuvo que «la sociedad brasileña está atenta y quiere que esto sea definido lo más pronto posible».

Rosso comentó sus previsiones antes del inicio de la segunda sesión de esa comisión, formada por 65 diputados de todos los partidos representados en la Cámara baja.

La comisión fue instalada la semana pasada, en lo que supuso el primer paso del trámite parlamentario que definirá si Rousseff será sometida a un juicio con miras a su destitución por supuestas irregularidades en los balances que su Gobierno presentó en 2014 y 2015, de los cuales fueron omitidas millonarias deudas con la banca pública.

La comisión, ante la cual el Gobierno deberá presentar la defensa de Rousseff, analizará el caso durante quince sesiones y, si se pronuncia a favor del juicio político, pasará la palabra al pleno de los 513 diputados, en el que el proceso avanzará si es respaldado por una mayoría calificada de dos tercios (342 votos).

Si los diputados deciden proseguir con el proceso, la palabra pasará al pleno del Senado, que por mayoría simple decidirá si archiva la causa o inicia lo que sería el propio juicio político.

En ese último caso, Rousseff tendría que separarse del cargo hasta que concluya el proceso, que tiene un plazo de 180 días, y en ese período sería sustituida por el vicepresidente Michel Temer, quien deberá completaría el mandato que concluye el 1 de enero de 2019 si se llegara a la destitución.