“Un manejo financiero exitoso en pareja no solo mejora las finanzas, sino que también fortalece la relación. Trabajar juntos hacia metas comunes fomenta una verdadera alianza, creando un sentido de unidad y confianza que va más allá de los aspectos materiales. Las parejas que mantienen una comunicación abierta y honesta sobre sus finanzas, y que se apoyan mutuamente en sus decisiones económicas, no solo superan los desafíos financieros, sino que también se convierten en un equipo sólido capaz de enfrentar cualquier obstáculo que surja en su camino”, asegura Carolina Landín, asesora de Sostenibilidad y Responsabilidad Social Empresarial de Produbanco.
A continuación, la experta comparte consejos claves para lograrlo:
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Acordar prioridades y objetivos financieros
Una de las mayores dificultades que enfrentan las parejas es la compatibilidad de sus enfoques financieros. Las diferencias en cómo manejar el dinero, los gastos y los ahorros pueden generar tensiones, pero el verdadero propósito de cualquier pareja es alcanzar la superación y la estabilidad. La clave para superar estos desafíos es hablar abiertamente sobre estos temas, acordar prioridades y alinear objetivos financieros. Este compromiso de dialogar y acordar juntos el manejo del dinero permitirá que ambas partes se sientan involucradas y compartan el propósito de construir un futuro juntos.
«La clave para una relación financiera exitosa es la transparencia. Hablar abiertamente sobre dinero no solo alivia tensiones, sino que fortalece el compromiso mutuo hacia metas comunes», destacó Carolina.
Es fundamental que las parejas sean transparentes con sus gastos y establezcan un presupuesto mensual como punto de partida hacia una relación financiera saludable. Al sumar los ingresos netos de ambos, identificar los gastos fijos y establecer un fondo para los gastos irregulares, las parejas podrán asegurar una base sólida sobre la cual construir sus sueños futuros.
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Elaboración de un presupuesto conjunto
Crear un presupuesto familiar es una de las bases para mantener el control financiero. El esfuerzo conjunto en esta área es clave para alcanzar metas comunes y para la transformación de las finanzas personales. Se recomienda que aproximadamente el 50% de los ingresos se destinen a los gastos esenciales, un 10% al ahorro y el resto a disfrutar del estilo de vida y otros gastos personales.
El presupuesto debe contemplar, además de los gastos cotidianos, un espacio para el ahorro y las metas futuras, como la compra de una casa o el ahorro para la jubilación. Con perseverancia y visión de largo plazo, la pareja puede alcanzar esas metas y construir un futuro financiero estable.
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División equitativa de los gastos
La equidad en la división de los gastos es fundamental. Las parejas pueden optar por dividir los gastos de manera igualitaria o bien crear una cuenta conjunta para cubrir los gastos comunes, independientemente de las diferencias de ingresos. Lo esencial es que la distribución sea justa y que ambos miembros se sientan cómodos con ella. La clave está en la comunicación constante, asegurando que ambos estén alineados en sus expectativas y preocupaciones.
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Evitar el conflicto y mantener la transparencia
Las reuniones periódicas para revisar las finanzas son fundamentales para mantener la armonía. La transparencia y la apertura en estos encuentros permiten a las parejas ajustar su presupuesto de acuerdo con las necesidades cambiantes y los imprevistos que puedan surgir. Además, establecer metas financieras comunes, a corto, medio y largo plazo, facilita el enfoque compartido y la dedicación conjunta para alcanzar esos objetivos con propósito.
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Asumir préstamos y créditos en pareja
Si una pareja decide solicitar un préstamo o crédito en conjunto, es vital que ambos comprendan plenamente las implicaciones, como la responsabilidad compartida y el impacto en su historial crediticio. Tomarse el tiempo para discutir y reflexionar sobre esta decisión, en un ambiente de confianza y compromiso mutuo, garantizará que la pareja actúe con responsabilidad y claridad en cuanto a sus capacidades financieras.
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Crear un fondo de emergencia
Un fondo de emergencia es una prioridad que debe establecerse en conjunto, cubriendo entre tres y seis meses de gastos en caso de imprevistos. Contar con este fondo aporta seguridad, permitiendo que la pareja enfrente cualquier desafío económico con estabilidad y sin sacrificar el bienestar mutuo.
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Comprometerse con metas financieras comunes y a largo plazo
Establecer metas financieras comunes es un acto de compromiso y esfuerzo mutuo que permitirá a las parejas alcanzar objetivos como la compra de una vivienda, la educación de los hijos o la jubilación. A medida que se definen estas metas, la perseverancia y el trabajo conjunto transformarán esos sueños en realidad. Es fundamental que ambas partes estén alineadas en sus aspiraciones y prioridades, para que el esfuerzo diario se vea reflejado en una verdadera superación económica.
Al compartir una vida juntos, es esencial revisar las necesidades de seguros, desde el seguro médico hasta el de vida, pasando por el seguro de automóvil y de vivienda. Esta innovación en la protección financiera no solo puede generar ahorros, sino que también ofrece una seguridad adicional ante cualquier eventualidad. Al consolidar seguros y adaptarlos a las nuevas circunstancias de la pareja, se fortalecen las bases de una vida financiera estable y protegida.
El manejo adecuado de las finanzas en pareja requiere un compromiso mutuo, pasión por alcanzar los sueños comunes, y una actitud de perseverancia frente a los desafíos económicos. Con comunicación abierta, planificación y esfuerzo conjunto, las parejas pueden transformar sus finanzas, lograr sus metas y superar cualquier obstáculo económico, alcanzando una relación financiera sana, sólida y exitosa.