Tras cuatro horas de discusiones, el embajador de Argentina, Juan José Alcurri, quien ocupa la presidencia rotatoria del Consejo, cerró la sesión sin que los países hubieran decidido adoptar algún tipo de medida para atender la situación venezolana.
La sesión estuvo centrada en la presentación del secretario general, Luis Almagro, de un informe en el que advirtió sobre la «grave alteración del orden constitucional» y democrático en Venezuela, ante la oposición del gobierno venezolano, que denunció un «golpe de Estado».
Por su parte, la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, había dicho antes que con la celebración de esa sesión «se está dando un golpe de Estado en esta organización», tachando a Almagro de ser «parte y juez» de un proceso contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.