Chan se dirigió ante el plenario de la sexagésima novena edición de la Asamblea Mundial de la Salud que comenzó hoy y durará hasta el próximo 28 de mayo.
«En un mundo interconectado y que se caracteriza por una profunda movilidad de personas y mercancías, pocas amenazas a la salud son ya locales», declaró, y citó la polución ambiental, pero también a los virus del ébola, el SROM (Síndrome Respiratorio de Oriente Medio) y a las actuales epidemias de zika y fiebre amarilla.
«El brote de ébola en tres pequeños países paralizó el mundo con miedo y limitaciones de viaje. La vuelta a casa de un empresario coreano infectado con el SROM perturbó la economía y el sistema sanitario de un país entero», dijo.
«La rápida evolución de la epidemia de zika nos alerta de que una enfermedad antigua que ha rondado por seis décadas en África y Asia puede de pronto despertar en un nuevo continente y causar una emergencia sanitaria de alcance global», agregó Chan.
A pesar de esta evidencia, la directora general se lamentó del hecho de que «el mundo no esté preparado» para lidiar con el resurgimiento o la aparición de enfermedades infecciosas.
Es por ello que solicitó a todos los países hacer todos los esfuerzos posibles para aumentar el nivel de alerta y preparación ante una eventual epidemia.
Precisamente, uno de los temas principales del evento será evaluar la implementación de la resolución aprobada por la Asamblea el año pasado para permitir a la entidad tener capacidad operativa y poder reaccionar ante una emergencia sanitaria de alcance internacional.
La resolución establecía los pasos a seguir para lograr capacidad operativa y adaptarse a un mundo totalmente interconectado, en el que un brote puede llegar a convertirse en una pandemia, y las reformas profundas y urgentes que la OMS debía hacer para estar lista para reaccionar.
La respuesta a las epidemias de salud será el tema central de una reunión técnica, en la que, según Chan, se hablará también de la epidemia de zika.
Precisamente, uno de los aspectos que más ha sorprendido a los asistentes es el hecho de que, a pesar de la relevancia de la epidemia de zika -definida por la OMS como una emergencia sanitaria de alcance internacional y que afecta a 60 países y esencialmente a la región latinoamericana-, no cuente con un espacio propio en la agenda de la Asamblea.
Hoy, refiriéndose a esta epidemia, Chan dijo que «el zika ha revelado una consecuencia extrema del fracaso de poder ofrecer acceso universal a los servicios de orientación sexual y planificación familiar».
«América Latina y el Caribe tienen la mayor proporción de embarazos no deseados del mundo entero», enfatizó la responsable de la agencia sanitaria de la ONU, recordando que el virus se está cebando especialmente en las mujeres embarazadas al causar alteraciones neurológicas -especialmente microcefalia- en los bebés que están gestando.
«La confirmación de la relación causal entre la infección (por zika) y la microcefalia ha transformado el perfil de zika de una enfermedad casi inocua a una que tiene un diagnóstico devastador para las mujeres embarazadas y en una amenaza para la salud mundial», sostuvo Chan.
La experta china asumió que el zika tomó a todos por sorpresa «sin una vacuna y sin un test de diagnóstico fiable», y lamentó que la OMS sólo pueda «dar consejos».
«Para proteger a mujeres en edad de gestación lo único que podemos ofrecer son consejos. Evitar la picadura de un mosquito. Posponer el embarazo. No viajar a áreas con transmisión local», recordó.
Chan lamentó el fracaso de las políticas de planificación familiar, pero también denunció que el resurgimiento de enfermedades transmitidas por un vector -en este caso el mosquito Aedes Agypti- se debe también al «fracaso» de las políticas de lucha contra este insecto.
«Ante todo, la expansión del zika, el resurgimiento del dengue y la amenaza creciente del chikunguña son el precio a pagar por la fracasada política de haber abandonado la lucha contra el mosquito en los años setenta», agregó.
La Asamblea es el órgano de decisión más importante de la OMS que establece la política de la entidad a corto, medio y largo plazo, y aprueba su presupuesto.