A las 14:30 de este sábado 07 de mayo de 2016 la presencia ya es masiva de hombres, mujeres, niñas y niños que disfrutan de estas instalaciones.
La familia Recalde Segovia: Sonia, Miguel y sus tres hijos, Julia, Renata y Mauro, de 10, 8 y 6 años de edad llegaron desde la Pulida. “Esto está muy bonito, el agua de la laguna se ve limpiecita y hasta parece que brilla, siempre venimos acá a disfrutar un poquito”, dice Miguel.
En otro sector del parque están sentados sobre el césped Julissa y Danny, novios desde hace un año atrás. Ellos dicen que en el Parque respiran aire puro. “Antes no era lo que ahora es, hay más cosas y lo que me ha llamado la atención son los chorros de agua que han hecho que la laguna cobre viva, eso esta super chévere”, señala Danny.
En cambio, Vladimir y Ángel quienes pasean en bote por la orilla de la laguna, alcanzan a responder que están disfrutando a lo grande y que lo que más les gusta es que el agua esta cristalina.
A lo lejos se observa una larga fila de quienes quieren pasear en los botes. El propietario de este emprendimiento, Ramiro Benavídez, agradece una vez más al Municipio de Quito por haber hecho realidad este proyecto. “Gracias por brindarnos esa oportunidad a la pequeña y grande empresa. “En mi caso estoy ofreciendo a la ciudad una flota de 54 botes ultra modernos, de similares características como los que son utilizados en Europa, EEUU y Brasil. Este espacio está para que vengan y gocen todos los quiteños, así como los turistas nacionales e internacionales”, dijo.
Mientras tanto las niñas Melisa y Katty de 8 y 9 años de edad, se divierten haciendo pompas de jabón y corriendo llenas del gusto.
Luis Alfonso, Elena y sus hijas Brithani y Úrsula dicen que siempre llegan a este parque. Aquí corremos, saltamos y nos divertimos mucho, comenta Luis Alfonso, quien llegó desde Carcelén.
Asimismo las ventas se ven mucho más ordenadas. María Jumbo, integrante de la Asociación de Pequeños Comerciantes del Parque comenta que trabajan desde 1984.
“Es ya tradición ofrecerles a quienes nos visitan nuestros sabrosos cevichochos con fritada, volqueteros, chicharrón, el poderoso extra fritada y más… dice la señora quien expresa sentirse feliz al ver al parque más hermoso.
Y así mientras pasan la horas llegan más y más personas a disfrutar en La Carolina. Todos sus espacios se ven llenos de vida. Las personas van y vienen, corren, saltan, se ríen, juegan o simplemente descansan…