El excandidato presidencial Guillermo Lasso, líder del movimiento CREO, la mayor fuerza de oposición del Parlamento ecuatoriano, pidió hoy al presidente del país, Rafael Correa, no "provocar" a los ecuatorianos con los impuestos contemplados en un proyecto de ley enviado a la Asamblea Nacional.

«Quiero decirle al Presidente: no provoque más a los ecuatorianos. Gobernar correctamente es aceptar errores. ¡Retire su Ley del Ahorcado!», escribió Lasso en su cuenta de Twitter.

En esa red social añadió que «la solución de los problemas económicos del Ecuador es un cambio político» y apuntó que en caso de ganar las elecciones presidenciales del próximo año, en las que quiere participar, derogará el «paquete tributario».

«Sabremos ajustar el gasto público, venderemos los lujos de los socialistas como 2 aviones presidenciales, edificio de la Unasur», agregó y señaló: «Queremos empleo en el Ecuador, necesitamos estabilidad tributaria, pero no se logra cuando en 9 años se han hecho 12 reformas tributarias».

En el movimiento CREO, subrayó, «rechazamos este ‘Paquetazo Tributario’ y exigimos al Presidente que retire este atentado contra las familias ecuatorianas», en referencia al proyecto, que grava cigarrillos, licores y bebidas azucaradas, entre otros productos.

De su lado, Correa reiteró hoy el llamamiento que hizo el sábado a sus simpatizantes a reunirse el próximo jueves en la Plaza de la Independencia, frente al palacio de Gobierno en Quito, para «defender a la patria» de una protesta convocada para ese mismo día a raíz del envío del proyecto de ley a la Asamblea Nacional (Parlamento), de mayoría oficialista.

«Todos sabemos que las manifestaciones son legítimas en democracia, pero que nadie dude que los de luto quieren impedirnos gobernar y desestabilizarnos», escribió en su Twitter en referencia a críticos y opositores.

Correa, líder del movimiento Alianza País, y en el poder desde 2007, insistió en el pedido a sus seguidores para «repletar las calles, plazas y barrios, para decirles: no pasarán».

Comentó que «toda revolución tiene su contrarrevolución» y dijo que el «amor y la esperanza de muchos vencerá al odio y la amargura de pocos. No permitiremos que nos hagan lo que está sucediendo en otros países», apuntó Correa, que denomina a los opositores de derechas como «los de luto», por banderas negras que suelen blandir.

Correa ha defendido la reforma tributaria que tramita la Asamblea Nacional (Parlamento) y que, entre otras cosas, propone fijar nuevos impuestos a los cigarrillos, a ciertos licores y a las bebidas azucaradas.

El pasado sábado, el gobernante justificó la Ley Orgánica para el Equilibrio de las Finanzas Públicas que presentó a la Asamblea para un trámite urgente, pues dijo que esta no sólo busca ingresos, sino mejorar los hábitos de consumo en la población.

Según Correa, la reforma beneficiará a los sectores populares y permitirá redistribuir los ingresos, en un momento en que el país afronta una difícil situación económica por la caída del precio del petróleo, su principal producto de exportación.

Como en las protestas del año pasado, las redes sociales fueron la semana anterior el mecanismo de críticos y opositores para convocar a una concentración en la avenida de Los Shyris, en el centro norte de la capital, donde está la sede de Alianza País, para rechazar el proyecto tributario del Ejecutivo.

También el oficialismo y sus seguidores han usado las plataformas virtuales para defender el proyecto de ley y secundar el llamado de Correa a la concentración en la Plaza de la Independencia.

Algunos sectores empresariales han criticado el proyecto por considerar que perjudicará al pueblo y encarecerá la producción, extremos que ha negado el Ejecutivo.