«Yo solo jugaba a fútbol. Firmaba los contratos porque confiaba en mi papá y en los abogados que habíamos decidido que nos llevaran las cosas», ha declarado hoy ante el tribunal.
La Abogacía del Estado pide para Leo Messi y su padre 22 meses de prisión por haber defraudado 4,1 millones de euros de los beneficios recaudados con los derechos de imagen del futbolista durante los ejercicios 2007, 2008 y 2009.
Por el contrario, la Fiscalía solicita que se archive la causa para el jugador del Barcelona y que se condene a Jorge Horacio Messi a 18 meses de prisión por tres delitos contra la Hacienda Pública, porque en su opinión el jugador no tuvo conocimiento del fraude perpetrado por su padre y representante.
Por eso Messi, no ha tenido ningún problema en responder a las preguntas del ministerio fiscal y de los letrados de la defensa, pero se ha negado a atender al interrogatorio del abogado del Estado, exactamente como ha hecho su progenitor.
El jugador del Barcelona ha dicho desconocer si había sido socio administrador de la sociedad Jenbril, que se creo en 2007 en Uruguay para gestionar sus derechos de imagen.
«No la conocía. Nunca pregunté a mi padre por esos temas. Firmaba los contratos, porque confiaba en mi papá y porque los abogados decían que debía hacerse de esa manera», ha insistido.
Esos asesores legales a los que se ha referido Messi eran los de Júarez Veciana Abogados, un despacho especialista en derecho tributario internacional que ayudó a los Messi a crear la estructura societaria presuntamente defraudatoria.
El astro argentino ha comentado, a este respecto, que «nunca» tuvo una entrevista con sus asesores para que le explicaran cómo gestionaba sus derechos de imagen ni cuales eran sus obligaciones fiscales.
Tampoco con Ángel Juárez, el socio fundador del bufete: «Si lo vi dos veces en mi vida, fue mucho. Creo que sería con ocasión de algún contrato que me tocó firmar», ha asegurado Lionel Messi.