Los tres afectados contrajeron el virus, ligado al nacimiento de bebés con microcefalia, a través de picaduras de mosquito en Colombia, Surinam y Guyana.
La sanidad británica subrayó en un comunicado que el virus Zika «no se encuentra de forma natural» en las islas británicas y que «no se contagia directamente de persona a persona».
«Un número reducido de casos se han producido a través de transmisión sexual o a partir de la transmisión entre la madre y el feto, a través de la placenta», puntualizó el PHE.
Si bien los síntomas directos de la enfermedad pueden ser leves, como dolores en las articulaciones y sarpullidos, el virus parece estar vinculado con el nacimiento de bebés con deformidades encefálicas.
No existe una vacuna contra el Zika, por lo que la única forma de protegerse es evitar las picaduras del mosquito que transmite la enfermedad.
Las autoridades sanitarias de Estados Unidos recomendaron la semana pasada tomar precauciones adicionales a los viajeros que se dirijan a diversos países suramericanos y centroamericanos, en particular a las mujeres que embarazadas o que planeen estarlo.