Para que el proceso siga en el Senado, la oposición necesita 342 votos de los 513 posibles (dos tercios), lo que para el oficialismo parece difícil de impedir, pues hasta ahora solo 51 diputados se han declarado contra un juicio político, tres se han abstenido y faltan por pronunciarse 259.
La votación se desarrolla en el pleno de la Cámara de Diputados, que en caso de aprobar el proceso por esa mayoría calificada de dos tercios de los escaños remitirá el trámite al Senado, que tendrá la última palabra sobre la eventual apertura de un juicio político.
La votación es nominal y cada uno de los 513 diputados es llamado a manifestarse frente a un micrófono, de acuerdo con orden geográfico determinado por la latitud de los 27 estados del país.
Antes de que se iniciara la votación, intervinieron los jefes de los grupos de los 27 partidos representados en la Cámara baja y, en su mayoría, aunque fijaron posición, liberaron a sus parlamentarios para votar de acuerdo con sus propias convicciones.
De esos 27 partidos, solamente siete se manifestaron a favor de la mandataria y anunciaron su voto contra un eventual juicio.
El resto, liderado por los que ostentan tres de las cuatro primeras minorías, expresaron su apoyo al proceso, lo que parece ponerle las cosas muy difíciles a Rousseff, quien dependerá de las disidencias internas en esas formaciones para que el trámite sea archivado.