Es curioso afirmar en 2024 que Maná está en su año festivalero.
Porque iniciaron en 1986, pero apenas en marzo pasado debutaron en el Vive Latino y el fin de semana pasado fue una de las alineaciones principales y la única latina en presentarse en el escenario principal del Festival BottleRock de Napa Valley y lo hicieron ante 40 mil personas.
A comparación de otros masivos mainstream como Coachella, que también invita a representantes de habla hispana, en California los jaliscienses tocaron con escenario completamente lleno, con una asistencia que, quizá, no hubieran tenido en el evento del desierto.
Y tuvieron un panorama complicado: fueron la antesala a Pearl Jam, la leyenda del grunge que recién volvió gracias a su nuevo disco Dark Matter y, por supuesto, todos quieren ver a Eddie Vedder y compañía en su ciudad. Por obvias razones la mayoría de los fans estaban ya esperándolos durante el set de Maná, pero, curiosamente, nadie se fue a sentar y todos quedaron fascinados con Fher, Álex, Sergio y Juan.
El sábado que los intérpretes de Manda una señal tomaron su turno en el evento también tocaron My Morning Jacket, Kali Uchis, The Kid Laroi y Cold War Kids.
Recientemente, El País platicó con ellos y destacaron que “Cuando vamos a Estados Unidos, no les cantamos en la lengua del patrón, sino en la que aprendieron de su madre”. Así que a lo largo del espectáculo siempre tocaron sus canciones en idioma original, aun cuando el público, en su mayoría, era gringo.
Como parte de su gira México Lindo y Querido, Maná regresará al BottleRock el próximo domingo 2 de junio, el día de las elecciones en el país, pero en su edición latina nombrada La onda, en donde compartirán escenario con Fuerza Regida, Café Tacvba, Eslabón Armado, Silvana Estrada y Allison, entre otros, mientras que en julio debutarán con un show en Londres, Inglaterra.