Como un “verdadero éxito” calificó el presidente Rafael Correa a la IV Cumbre de de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), efectuada en la sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), en la ciudad de Quito, hace pocos días.

El Mandatario recordó que la CELAC es un espacio para la discusión política y el arreglo de diferencias entre los países de la región, que nació en el año 2008, a propósito de la reunión del Grupo de Río en República Dominicana, donde se ventiló el impasse entre Ecuador y Colombia luego del ataque armado a Angostura, contra un campamento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), ordenado por el entonces presidente colombiano Álvaro Uribe.

Sin embargo, sigue siendo necesario que la CELAC reemplace a la Organización de Estados Americanos (OEA), pues no es entendible que las diferencias entre países de la región se ventilen en Estados Unidos, cuyo gobierno no ha suscrito el denominado Pacto de San José de Costa Rica.

También reprochó que el Sistema Interamericano de los Derechos Humanos se encuentre (SIDH) se mantenga en Washington, cuando las decisiones de la misma Corte Interamericana no son vinculantes para Estados Unidos.

Para el Jefe de Estado, es hora de crear un propio Sistema Interamericano  de Derechos Humanos. Comentó que está todo hecho para concretar esta iniciativa, aunque lamentó que no se logré aun por el temor de ciertos gobiernos a expresar lo que piensan. Al respecto, insistió que Ecuador no tiene miedo y presentará su visión.

Finalmente, resaltó que la cita de la CELAC  consiguió un éxito rotundo, pues se trataron temas como  la lucha contra el zika, contra la pobre extrema, el narcotráfico, la violencia, el crimen organizado; pero además se socializaron políticas contra la migración.