Los migrantes han quedado más vulnerables ante el crimen organizado y la violencia al permanecer varados en la frontera sur de México al cumplirse cuatro semanas del regreso de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos, denuncian organizaciones civiles en la zona.
Luis Alonso Abarca, coordinador del Comité de Derechos Humanos Digna Ochoa, expuso que quien está ganando con las restricciones de Trump es el crimen organizado. Eso debido a que se ha detectado que está cobrando miles de dólares, sobre todo a mujeres y menores de edad, con la promesa de llevarles hacia Estados Unidos.
El que se cierren las fronteras, el que la política de Estado del Gobierno mexicano y de Estados Unidos les impida que lo hagan (migrar) de manera regular y por un medio seguro, lo que va a provocar es que los grupos del crimen organizado se beneficien», opinó el activista en Tapachula, la mayor ciudad de la frontera sur.
Cuatro semanas de restricciones
Los migrantes afrontan desde el 20 de enero de 2025, cuando Trump volvió a la Casa Blanca, las políticas de deportaciones masivas, el «cierre» de la frontera con miles de militares desplegados y la eliminación de la aplicación ‘CBP One’ de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza que permitía solicitar asilo en Estados Unidos desde México.
En este panorama, Médicos Sin Fronteras (MSF) advirtió en el reporte Vidas en Limbo de que «grupos de migrantes intentan avanzar por territorio mexicano en tren o caminando juntos en caravanas, sobre todo en el estado de Chiapas (fronterizo con Centroamérica), para reclamar atención y buscar protección ante la violencia perpetrada por diversos actores armados».
«Mientras en la frontera norte con Estados Unidos las autoridades estatales mexicanas se preparan para posibles deportaciones masivas construyendo grandes instalaciones donde albergar a los potenciales deportados y habilitando transportes para llevarlos a otras partes de México, la incertidumbre invade a cientos de miles de personas migrantes en todo el país», señaló la organización.
El Gobierno mexicano ha recibido a 13.455 personas deportadas desde que comenzó el 20 de enero el nuevo Gobierno de Estados Unidos, incluyendo 2.970 extranjeros, señaló este viernes la presidenta Claudia Sheinbaum, quien indicó que los migrantes pueden quedarse en México o volver a sus países.
Sheinbaum ha pedido a los migrantes en el país «no dejarse engañar» por los traficantes que cobran miles de dólares con la promesa de trasladarlos a Estados Unidos porque el Gobierno de Trump «cerró todas las aplicaciones de asilo».
Migrantes buscan volver
El panorama ha incentivado a migrantes a volver a sus países, como Israel Lujando, de Ecuador.
«La verdad que sí (quiero regresar) porque ya no tiene sentido estar acá, nuestro objetivo era llegar a Estados Unidos, ya que no hemos conseguido eso, ya me toca regresar», relata.
En tanto, Luis Rey García Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana (CDH), expuso que México también ha endurecido su política, al denunciar que las autoridades han implementado redadas en Tapachula para buscar a personas sin documentos y deportarlas a la frontera de Honduras y Guatemala.
«Ya tiene un mes que los migrantes están siendo detenidos, los que podían avanzar hasta (los estados de) Veracruz y Oaxaca los regresaban a Villermosa, (capital de) Tabasco, y a Tapachula, llevándolos a Centroamérica», acusó.