Tiene un mes que Mon Laferte tuvo su momento Kim Kardashian al romper el internet, pero con ella no se trató de un desnudo, sino del videoclip de uno de sus más recientes lanzamientos Pornocracia, donde aparece recibiendo sexo oral, el acto le bastó para encender las redes sociales dividiendo opiniones, pues algunos celebraban su libertad creativa y sexual, mientras que otros quisieron linchar su ingenio señalando el “atrevimiento” como algo vulgar e innecesario, algo que la tomó de sorpresa, sin embargo, es una mujer que ha aprendido a lidiar con la polémica.
“Ese comentario de: ‘Tú no necesitas hacer esto’ fue el más fuerte, como si yo estuviera buscando hacer algo sexual para vender y no, si ese fuera mi rollo buscaría hacerlo de otra manera, pero no, ni al caso, y si lo hiciera ¿qué? Entonces creo que como sociedad nos falta aprender a respetar las ideas de las personas, siempre queremos imponer nuestra manera de pensar, pero es importante dejar que la gente se exprese y fluya, siempre y cuando su expresión no sea un ataque.
“A mí me impresiona que en pleno 2024 el placer femenino sea todavía un tema de conversación, además puesto en un video de una manera tan inocente, diría yo, porque para mí el video es gracioso, cute, coquette entonces me impactó mucho (la respuesta), pero creo que está bien porque esto genera una conversación y por ahí se empieza, a la mejor el señor o la señora que se impactó, el año que viene piensa: ‘Está bien, las mujeres también tenemos placer y está bien’”, compartió Laferte en entrevista con Excélsior.
Ahora la cantante está estrenando su nuevo sencillo Obra de Dios, ya disponible en plataformas, en cuya lírica señala “Yo ya sé perder, ahora voy a reinar en la oscuridad” una frase que bien podría describir a la perfección el momento que transita, pues ha aprendido a tomar las riendas de su vida sabiendo que no se trata de nunca equivocarse o caer, sino de siempre lograr levantarse.
“Yo siempre quería hacerlo todo bien, desde toda la vida he sido muy perfeccionista y de repente me he dado cuenta de que no, no soy perfecta, ni lo seré, ni estaré cerca y está bien, entendí que tengo mi oscuridad, mis errores, aunque siempre intento ser mejor pero acepto mis fracasos diarios y quien soy, y me vuelvo a levantar al día siguiente y ¡Vámonos! Porque así es la vida y entendí que así somos seres perfectos, con todas nuestras virtudes y defectos.