El incidente ocurrió cuando el otrora líder de The Smiths interpretaba su clásico tema “Everyday is like Sunday”.
Varias personas intentaron subirse al escenario y un sujeto logró evadir la seguridad para lanzarse contra el músico y propinarle un puñetazo en la cara.
Tras el incidente, el agresor fue detenido por los encargados de seguridad y Morrissey se retiró del escenario, dejando el concierto inconcluso.