Un grupo de danzantes que interpretaba bailes autóctonos esperaba a los mandatarios a su llegada al complejo Néstor Kirchner, la sede permanente de la secretaría general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) que acoge el evento.
A los lados de la alfombra roja por la que los representantes llegaron al moderno edificio, situado en el enclave turístico de la Ciudad Mitad del Mundo, en el norte de la capital ecuatoriana, grupos de niños con banderitas de los países de la Celac elevaban sus voces sobre la música para conseguir que se escucharan sus gritos de bienvenida a los gobernantes.
Catorce presidentes, dos jefes de Gobierno, cinco vicepresidentes y diez ministros de relaciones exteriores intervendrán en la sesión central de la cumbre, según dijo el secretario nacional de Comunicación (Secom) de Ecuador, Patricio Barriga.
El anfitrión, el presidente ecuatoriano, Rafael Correa, acompañado del canciller, Ricardo Patiño, fue dando la bienvenida en el acceso al edificio a los presidentes, vicepresidentes, ministros y delegados asistentes a la cumbre, posando ante los fotógrafos con cada uno de ellos.
Al fondo de la escena, un gran tapiz, de unos veinte metros de largo por cinco de ancho, confeccionado con rosas de colores rojo y blanco, exhibía la leyenda «Celac Ecuador 2016» y la silueta del mapa de América Latina y la región caribeña.
Y como complemento, sobre las láminas de agua que decoran el exterior del edificio Néstor Kirchner, dos jóvenes se exhibían con atuendo alegórico a la virgen del escultor quiteño Bernardo de Legarda, uno de los símbolos más representativos de la imaginería religiosa de Ecuador.