Pero Obama también dejará muy claro que la posibilidad de un «Brexit», como se conoce la salida del Reino Unido de la UE, es «una decisión» que depende únicamente «del pueblo británico», puntualizó el asesor adjunto de seguridad nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes, en una conferencia telefónica con periodistas.
En esa conferencia, convocada para dar detalles de la gira que Obama realizará por Arabia Saudí, el Reino Unido y Alemania a partir del 20 de abril, Rhodes precisó que, durante su estancia en Londres, el mandatario ofrecerá una rueda de prensa junto al primer ministro británico, David Cameron, y participará en un foro con jóvenes, entre otras actividades.
Obama «ha dicho que apoyamos a un Reino Unido fuerte» y que la economía británica «se beneficia del mercado único», recordó el asesor.
Formar parte de la UE «es bueno para su economía y para la nuestra», agregó Rhodes.
Por ello, si se le pide opinión sobre el «Brexit», que se votará en referéndum el 23 de junio, Obama insistirá en que es una cuestión que atañe «al pueblo británico», pero será «franco» al argumentar por qué considera que es bueno para el Reino Unido permanecer en la UE, según el asesor.
El dominical The Independent on Sunday reveló el mes pasado que, durante su visita a Londres, Obama prevé pedir a los británicos que voten a favor de la permanencia del país en la UE, algo que la Casa Blanca no ha confirmado.
Un grupo de diputados británicos favorables a abandonar la UE ha pedido a Obama que se abstenga de participar en el debate previo al referéndum cuando visite el Reino Unido.
En su informe de «Perspectivas Económicas Globales» divulgado esta semana, el Fondo Monetario Internacional (FMI) alerta de que ese referéndum «ya ha creado incertidumbre en los inversores».
Por su parte, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, afirmó hoy que espera que «el largo matrimonio entre la Unión Europea y el Reino Unido no se rompa» y subrayó que los beneficios de que «Europa se mantenga unida están infravalorados».