El canciller indicó que Obama podrá apreciar en Cuba, a pesar de ser un país «bloqueado y subdesarrollado», a un «pueblo que disfruta de sus derechos y que puede exhibir logros que desafortunadamente constituyen una quimera para muchos habitantes del planeta».
«Esperamos que en esos días conozca mejor nuestro país e interactúe con organizaciones de la sociedad civil», según señaló Rodríguez en una conferencia de prensa en la que valoró el impacto de las últimas medidas de la Casa Blanca que suavizan el embargo y que entraron ayer en vigor.
El canciller destacó que esas medidas son «positivas» aunque todavía «insuficientes» porque se mantienen los elementos esenciales del embargo, y criticó que el propósito anunciado de las mismas, según varios funcionarios estadounidenses, sea el «empoderamiento del pueblo cubano».
«El pueblo cubano se empoderó a sí mismo hace décadas. Algo debe andar mal en la democracia de EE.UU. cuando se habla de empoderar a otros pueblos. Es en los pueblos en los que reside la soberanía y está el poder real en las democracias», explicó Rodríguez,
«Si al Gobierno de EE.UU. le interesa ayudar al pueblo cubano como dice, que levante el bloqueo», subrayó.
Rodríguez señaló que Cuba es un país «en permanente transformación», hacia una economía «más competitiva, más productiva, hacia políticas sociales cada vez más justas», que implican también «sostenibilidad económica» para el país.
«Cuba es una sociedad cambiante y nuestro pueblo se propone cambiar todo lo que deba ser cambiado para lograr que el socialismo sea cada vez más justo, con políticas sociales cada vez más inclusivas para asegurar plena garantía de los derechos (…) y construir una economía fuerte que garantice prosperidad, bienestar, justicia y dignidad», subrayó.
El canciller recordó que, como parte de su agenda en el país, Obama ofrecerá un gran discurso al pueblo cubano en el Gran Teatro Alicia Alonso, que será transmitido en vivo por la televisión, que le permitirá dirigirse a una sociedad civil «amplia y variada», después de haber interactuado con un pueblo y una juventud cubana «de profundas convicciones».
«Lo escucharemos con profunda atención y respeto. Seguramente se expresarán diferencias que escucharemos con todo respeto sin renunciar a nuestras convicciones», indicó, respecto a la disposición del Gobierno cubano ante ese discurso.
Como ya adelantaron ayer fuentes de la Casa Blanca, el presidente de EE.UU. también mantendrá conversaciones oficiales con su homólogo cubano, Raúl Castro, hará un recorrido cultural por La Habana Vieja, casco histórico de la capital del país caribeño, y participará en un encuentro con pequeños empresarios cubanos y líderes empresariales estadounidenses.
Según el canciller, la visita de Obama también será una «ocasión importante» para identificar «nuevos pasos» que pudieran darse en los próximos meses que contribuyan a la normalización de relaciones bilaterales «sobre la base del respeto mutuo y el beneficio de ambos países y pueblos».