Los trabajos, además, servirán como motor impulsor del desarrollo productivo, pues solo en materiales de construcción, el 70% serán nacionales, indicó en un comunicado el ente capitalino.
La inversión en infraestructura será superior a los 3.000 millones de dólares en los próximos tres años, según el alcalde de Quito, Mauricio Rodas, quien vaticinó que ello contribuirá a mitigar «la difícil crisis financiera que vive el país», según el comunicado.
El 26 de noviembre se firmó el contrato de construcción de la segunda fase de las obras de la primera línea del suburbano, lo que incluye 22 kilómetros de túnel y trece estaciones que unirán al sur con el norte de la ciudad, con un importe de 1.538 millones de dólares.
La obra, que será financiada en un 63 % por el municipio y en un 37 % por el Gobierno nacional, incluye la primera fase, que comprende las estaciones de El Labrador y La Magdalena, y la fase 2, además de la adquisición de material rodante.
En el proceso de adjudicación intervinieron, además del municipio y el Gobierno, el Banco de Desarrollo de América Latina CAF, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Banco Mundial (BM).
El Gobierno nacional aportará 750 millones de dólares al proyecto, además de los avales para que el cabildo pueda acceder a los créditos necesarios.