Los acusados fueron declarados prófugos de la Justicia luego de que decenas de agentes de la Policía Militarizada de Río de Janeiro realizaran un intenso operativo en varias favelas de la ciudad para buscarlos y admitieran no haber localizado a ninguno.
El operativo fue realizado cinco días después de que numerosas personas denunciaron la circulación de un vídeo en las redes sociales en la que la joven aparece desnuda y desmayada, con sus órganos genitales sangrando, mientras que el autor de la grabación comenta que fue violada por al menos 30 personas.
La joven denunció ante la Policía que fue dopada y violada por 33 hombres, algunos armados con pistolas y fusiles, en una vivienda usada por supuestos narcotraficantes para encuentros sexuales con menores en el Morro do Barao, una barriada pobre en la zona oeste de Río de Janeiro.
Entre los acusados contra quienes fueron dictadas órdenes de arresto figura Sergio Luiz da Silva Júnior, conocido como «Da Russa» y al que se señala como el jefe de la organización que controla el tráfico de drogas en el Morro do Barao.
Igualmente fue ordenada la detención de Lucas Perdomo, a quien la menor violada identificó como su novio y en cuya casa dijo haber pasado la noche del sábado 21 de mayo antes de despertar al día siguiente, dopada y desnuda, en la vivienda en que fue atacada.
Otro de los incluidos en la orden de detención es Raí de Souza, de 22 años y que el sábado pasado se presentó en una comisaría de Policía para identificarse como el autor del vídeo difundido por la internet.
De Souza dijo haber tenido relaciones sexuales «consentidas» con la víctima, pero negó su participación en la supuesta violación colectiva.
Otro de los ahora prófugos es Marcelo Miranda da Cruz Correa, el primero que publicó el vídeo en las redes sociales.
También fue ordenado el arresto de otros dos hombres identificados como Raphael Assis Duarte Belo y Michel Brasil da Silva.
Los seis fueron buscados infructuosamente en diferentes residencias en las favelas de Ciudad de Deus y Rula, así como de los barrios de Recreio dos Bandeirantes, Taquara y Praça Seca.
El caso ha consternado a Brasil y generó una cadena de condenas en las redes sociales, entre ellas la de Dilma Rousseff, la presidenta suspendida temporalmente del cargo, y del Gobierno interino de Michel Temer, además de la ONU y otros organismos.
Temer anticipó que creará un departamento en la Policía Federal para coordinar en todo el país el combate a crímenes contra la mujer y enfatizó que el Gobierno está movilizado, junto con la Secretaría Pública de Río de Janeiro, para «castigar con rigor a los autores de la violación».
En varias ciudades hubo manifestaciones de apoyo a la joven y de condena a las violaciones y a los intentos de criminalizar a las víctimas.
De acuerdo con datos del Foro Brasileño de Seguridad Pública, una mujer es violada cada 11 minutos en el país y, en 2014, 47.636 personas sufrieron una agresión sexual.