El Estado de Honduras y los órganos internacionales de protección deben reforzar todas las acciones que sean necesarias para garantizar el derecho a defender derechos humanos en ese país, sostuvo la coalición en un declaración pública.
Cáceres fue asesinada el pasado jueves en su casa en la ciudad de La Esperanza, departamento occidental de Intibucá, donde hoy son velados sus restos mientras las autoridades investigan el caso y buscan a los autores del crimen.
La Coalición también instó a la Organización de Estados Americanos (OEA), a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y a la nueva Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (Maccih) monitorear la situación de los defensores de derechos humanos en Honduras y en el continente.
Además exigió al Estado hondureño que cumpla con su obligación de investigar, juzgar y sancionar el asesinato de Berta Cáceres.
Hasta ahora, las autoridades hondureñas han informado de una persona detenida y otra que resultó herida, quien es supuestamente el mexicano Gustavo Castro, un ambientalista originario de Chiapas, que había viajado a Honduras para participar en unas charlas sobre el tema ambiental.
«Su terrible muerte se suma a la de Jeanette Kawas, Carlos Luna López, Carlos Escaleras, Tomás García, María Santos Domínguez, Orlando Orellana, Orfilia Figueroa, Margarita Murillo, Héctor Orlando Martínez, Heraldo Zúñiga, Roger Iván Murillo y muchos otros, apuntó la coalición.
A su vez señalaron que estos asesinatos son «consecuencia de sus actividades por la defensa y protección de los derechos humanos, del ambiente y de territorios ancestrales en Honduras».
Como dirigente ambientalista y de derechos humanos, Cáceres fue conocida a nivel internacional, e incluso recibió en 2015 reconocimientos como el Premio Medioambiental Goldman.
La muerte violenta de Cáceres, que hoy cumpliría 45 años, ha sido repudiada a nivel nacional e internacional.