«Panamá está en total disposición de brindar apoyo y colaboración, así como toda la asistencia que se requiera para aclarar hechos en los países en los que se están dando investigaciones», explicó a Efe Porcell.
«La cooperación internacional, para nosotros, es básica», agregó la procuradora, que se encuentra en Viena para participar en la Comisión de Justicia Penal y Prevención del Delito de la ONU.
«Me pareció importante solicitar respetuosamente a ese foro, donde hay representantes de todo el mundo, que si bien (…) es una investigación (periodística) de una complejidad mundial, eso no significa que un país entero esté involucrado», señaló.
Los denominados «papeles de Panamá» son una filtración difundida en abril por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) con nombres de clientes de Mossack Fonseca, despacho especializado en compañías «offshore», utilizadas en muchas ocasiones para ocultar fondos y evadir impuestos.
Porcell subrayó que es injusto que se señale a todo un país por la actividad «privada y particular» de un despacho de abogados.
La procuradora recordó que tan pronto como se supo de la filtración se inició una investigación, que reconoció como «muy compleja».
Pese a esa complejidad, la fiscal considera que es «una oportunidad para demostrar que Panamá puede llevar a cabo la investigación y determinar si hay o no responsabilidades».
Porcell destacó que se ha creado una fiscalía dedicada en exclusiva a la investigación y una unidad sobre blanqueo de capitales para darle apoyo.
La procuradora defendió que «Panamá no es un paraíso fiscal, no es un país débil en el tema de controles» y destacó que «crear sociedades o personas jurídicas es parte del ejercicio comercial».
La procuradora indicó que la reciente inclusión de Panamá en la lista de paraísos fiscales del Gobierno de Francia se debe «a un intercambio de información tributaria-administrativa» que «puede no haberse dado en los tiempos y necesidades requeridas por ese país, pero no significa que Panamá no haya querido colaborar».
«Creo que nadie tiene la razón exacta de por qué este país plantea que Panamá pueda estar en esta lista, porque no sabemos los detalles», afirmó.
Panamá salió a principios de este año de la «lista gris» del Grupo de Acción Financiera (GAFI) sobre lavado de dinero pero sigue en la de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), que ha pedido más esfuerzos en el intercambio automático de información fiscal.
En cualquier caso, Porcell destacó la voluntad del actual Gobierno panameño por ajustarse a los estándares internacionales y que el país ha fortalecido su normativa en los últimos años.
«Panamá está dispuesto -y siempre está dispuesto- a colaborar en todo. De hecho, sería absurdo para Panamá querer aislarse con reglas que el resto de países no te aceptan, porque eso significa pobreza y deterioro», apuntó.
«En la medida en la que el mundo avanza, las normas jurídicas se fortalecen porque si no, no existiría el GAFI o tantas listas de tantos países», afirmó.
En cualquier caso, Porcell recordó que «en Panamá la evasión fiscal no constituye delito» penal, sino una sanción administrativa.
«Se castiga, pero no como delito», recalcó.
Para la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), que promueve y ofrece asistencia para prevenir el blanqueo de capitales, Panamá va en la dirección correcta y ha hecho reformas importantes.
«Panamá ha dado pasos muy importantes para luchar contra el blanqueo de capitales, y la evasión fiscal es parte del blanqueo de capitales», declaró a Efe el representante de la ONUDD en el país, Amado Philip de Andrés.
El experto destacó la capacidad de la Unidad de Análisis Financiero del país y que Panamá tenga «el índice de mayor cooperación regional e interregional de toda América Latina en los últimos 18 meses en asuntos de lucha contra el blanqueo de capitales».
«Desde el punto de vista de Naciones Unidas pensamos que está en la buena dirección. Panamá es una plataforma financiera que está creciendo, posiblemente sea la tercera en importancia del continente, y eso va a requerir que su sofisticación se vaya adaptando al crecimiento de los mayores activos e inversiones que entren en Panamá», manifestó.