l presidente de Ecuador, Rafael Correa, calificó como potente la denuncia de la cadena multiestatal TeleSUR respecto a la injerencia de la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA, por sus siglas en inglés) en el país y las vinculaciones con periodistas, medios y políticos con el objetivo de desestabilizar a su gobierno a través de campañas de desprestigio.

En una investigación especial, TeleSUR develó cómo diversos sectores convergen en los ataques contra un modelo progresista con el impulso de la derecha internacional.

Durante un encuentro con corresponsales de prensa extranjera, el mandatario ecuatoriano sostuvo que su gobierno tiene informes que confirmarían que lo divulgado es cierto.

“National Endowment for Democracy (NED) es el brazo financiero de la CIA como en Venezuela, como en Bolivia, financia, ya no a la Cruz Roja; no, financia grupos para educación en democracia, léase desestabilizar al gobierno y a una serie de movimientos opositores”, sostuvo Correa.

Dijo que conocen sobre la infiltración de la CIA en el país, sobre el financiamiento a grupos opositores, que existe una estrategia articulad: redes sociales, supuestas páginas web, supuestos analistas políticos, investigadores para generar escándalos, entre otros aspectos.

A su criterio se trata de “toda una acción concertada para desgastar y, si es posible, desestabilizar” al gobierno.

Correa agradeció a la cadena TeleSUR porque está ratificando todo lo que él ya había advertido, además ha dado nombre de quienes son los operadores de la CIA en el país. “Y están en lo correcto, nosotros ya lo sabíamos”, subrayó.

Recordó que el gobierno expulsó en 2008 a una agente de la CIA conocida como Suad, que mantenía un local de venta de alfombras en el norte de Quito en el cual se encubría sus actividades. Allí entraban hasta comandantes de la Policía, políticos y periodistas, a pedir instrucciones.

El jefe de Estado dijo que después del ataque al territorio ecuatoriano de Angostura, en 2008 por parte del Ejército de Colombia (durante el gobierno de Álvaro Uribe) se detectó que los servicios de inteligencia del país se encontraban cooptados por embajadas extranjeras.

Tras ese suceso, el gobierno de Ecuador regularizó el sistema estableciendo una Secretaría Nacional de Inteligencia y modernizando equipos, entre otras acciones que garantizan una mejor coordinación bajo la soberanía del Estado.

Recordó que incluso el nombramiento de las autoridades de la Unidad de Investigaciones Especiales de la Policía (UIES) dependía por ese entonces de la embajada de Estados Unidos.

Según un informe de una comisión especial, conformada tras el ataque a Angostura, el exjefe de la UIES, Manuel Silva, habría entregado discos duros de computadores de la entidad a la Embajada de Estados Unidos en Ecuador.

Investigación

La investigación divulgada por TeleSUR muestra cómo la CIA a través de oficinas como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) o la Fundación Nacional para la Democracia (NED) entrega recursos económicos para  la desestabilización política de gobiernos progresistas en la región con el fin de mantener el control geopolítico y los negocios de las grandes empresas transnacionales estadounidenses.

El material audiovisual de la televisora evidencia el rol que han tenido varios actores políticos ecuatorianos y extranjeros para desarrollar planes desestabilización de la CIA como el exdirector de inteligencia de las Fuerzas Armadas, Mario Pazmiño; el sindicalista petrolero, Fernando Villavicencio, sentenciado en el país por injurias en contra del presidente Correa, y la agente “Suad”, Leyla Hadad Pérez, una ciudadana libanesa que actuaba encubierta en el país y dictaba los lineamientos estadounidenses a los políticos de este país suramericano.

Según la investigación, entre los aliados de esta estrategia estadounidense se encuentran periodistas como Emilio Palacio, quien se asiló en Estados Unidos para escapar de la justicia ecuatoriana, Juan Carlos Calderón, Christian Zurita, Carlos Vera, Martín Pallares, César Ricaurte, entre otros, quienes han seguido los lineamientos estadounidenses y han recibido fondos para hacer cumplir sus propósitos.

Medios digitales entre los que se encuentran PlanV, Focus, Crudo Ecuador, 4Pelagatos, financiados por las oficinas norteamericanas para el supuesto desarrollo de la democracia, los derechos humanos y la libertad de expresión, forman parte de este entramado que no es nuevo, pero forma parte de la política estadounidense de control regional.

Oscuras reuniones entre agentes de la CIA con políticos ecuatorianos como Gustavo y Marcelo Larrea; los coqueteos de Marta Roldós con las oficinas estadounidenses para el financiamiento de proyectos y fundaciones, el descrédito del gobierno por parte de Jorge Rodríguez, presidente de la autodenominada Comisión Anticorrupción, la activa organización de movilizaciones violentas del legislador de oposición Andrés Páez, entre otras, ponen al descubierto el accionar de Estados Unidos.