Los músicos, que viven uno al lado del otro en el barrio londinense de Holland Park, llevan desde hace cinco años envueltos en una batalla vecinal porque el cantante de «Take that» fue autorizado a hacer una piscina en su sótano, a la que Page se opone porque «podría dañar la estructura de su mansión gótica de 1875».
En una queja enviada al ayuntamiento del Distrito de Kensington y Chelsea, firmada por un tal «Johnny», se acusa a Williams de poner los discos de Black Sabbath, Pink Floyd y Deep Purple a todo volumen porque sabe que esto «molesta» a Page.