En un trabajo coordinado entre la Empresa Pública Metropolitana de Movilidad y Obras Públicas (EPMMOP) y Metro de Quito, siguiendo las políticas de sostenibilidad ambiental de la Alcaldía, se determinó que este material sea reutilizado para los trabajos de construcción del parque. La tierra será depositada en el extremo norte del parque entre los límites de las calles Gualaquiza y Tufiño.
Los relieves serán definidos gracias al desarrollo de una consultoría específica que está en marcha con el creador del proyecto del Parque Bicentenario. Este instrumento permitirá que empiece a ubicarse la tierra y a conformarse la topografía del parque, a fin de evitar que sea una planicie extensa, en la que actualmente se dificulta el desarrollo de microclimas y por ende impide la sobrevivencia de especies de flora y fauna.
Debido a los fuertes vientos que existen en esta zona, especies de árboles que fueron sembrados en años anteriores, tuvieron que ser replantados, debido a las pocas probabilidades de subsistencia.
La creación de relieves permitirá la conformación de zonas irregulares con altibajos, estos contornos de tierra que variarán en su forma y tamaño darán inicio a la creación de un nuevo parque.
Esta no es la primera intervención que se ejecuta en el Bicentenario, pues a finales de diciembre de 2014 en la cabecera sur del parque se levantó la carpeta asfáltica; material que fue reciclado y colocado en varias avenidas de la Ciudad, donde se realizaron mantenimientos viales.