Inspirado en hombres lobo y zombis, el cortometraje llegó a causar que un fan se orinara en los pantalones por el miedo de ver a muertos vivientes saliendo de la tierra.

Michael Jackson
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La historia de la música se escribió el 2 de diciembre de 1983, cuando Thriller de Michael Jackson se emitió por primera vez en televisión.

Cuatro décadas después, la mezcla de los géneros del video de baile y terror sigue siendo un espectáculo, porque fusionó dos géneros como nunca antes lo había hecho.

El director John Landis (Blues Brothers y American Werewolf) amplió la exitosa canción Thriller en una película de horror musical de casi 14 minutos protagonizada por el Rey del Pop.

Hasta la fecha, la versión en alta resolución ha sido vista casi mil millones de veces en YouTube. Aquí algunos aspectos por los que este video destacó hace cuarenta años y que, quizás, expliquen por qué sigue siendo una obra maestra audiovisual y uno de los mejores en la historia del pop.

Más Hollywood que video musical

No es un video más de una superestrella bailando y cantando. Cuenta una historia. Más parecido a un musical cinematográfico, se desmarca de los habituales clips musicales de actuaciones, destinados a promocionar un sencillo, con un extenso prólogo seguido de una compleja narración que abarca varios mundos argumentales.

Comienza cuando la cita a la luz de la luna de Michael con su novia, la modelo Ola Ray, se ve interrumpida cuando él se transforma en un espeluznante hombre lobo.

Luego, vemos a la pareja real, Michael y Ola, viendo esta escena en un cine. De camino a casa, Michael les toma el pelo cantando las estrofas de la canción. Pero es al pasar por un cementerio cuando Thriller se vuelve realmente terrorífico.

El director John Landis produjo el video musical de Thriller en 1983 y tomó prestado el ambiente de su propia película American Werewolf. Con un coste total de alrededor de medio millón de dólares, la producción de casi 14 minutos es la más cara hasta la fecha.

Landis dirigió el cortometraje al estilo de las películas de serie B, inspirándose en clásicos del género como La casa de cera, del icono del terror Vincent Price.

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