En un hecho sin precedentes, la farmacéutica AstraZeneca reconoció, a través de un documento legal, que su vacuna contra el Covid-19 “puede causar, en casos muy raros, el síndrome de trombosis con trombocitopenia”. Así lo recogió el periódico inglés The Telegraph, el cual también detalla que la compañía británica-sueca enfrenta una demanda colectiva por parte de personas afectadas.
La querella podría derivar en una indemnización de hasta 100 millones de libras esterlinas, pues existirían casos que derivaron en muertes y lesiones graves por causa de la vacuna. Los abogados argumentan que la esta produjo un efecto secundario que ha tenido efectos devastadores en un pequeño número de familias.
El primer caso presentado corresponde a Jamie Scott, padre de dos hijos, que quedó con una lesión cerebral permanente después de desarrollar un coágulo de sangre y una hemorragia en el cerebro que le impidió trabajar después de recibir la vacuna en abril de 2021.
De su lado, AstraZeneca impugnó estas afirmaciones, pero aceptó que su vacuna puede presentar cuadros de trombosis en casos extremadamente raros.
A través de un comunicado oficial, la empresa explicó: «La seguridad de los pacientes es nuestra principal preocupación, y los organismos reguladores establecen normativas claras y rigurosas para garantizar la seguridad en el uso de todos los fármacos, incluyendo las vacunas. Los agentes reguladores de medicamentos a nivel mundial han confirmado que los beneficios de la vacunación superan con creces los riesgos asociados a efectos secundarios extremadamente infrecuentes».
En el documento, se añade: «de acuerdo con cálculos independientes, las vacunas ayudaron en su primer año de uso a salvar más de 6,5 millones de vidas y se distribuyeron más de tres mil millones de dosis en todo el mundo».
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