Mediante sus redes sociales, el músico respondió a comentarios que lo criticaban por avalar el uso de esta canción para la resistencia ucraniana y no para el movimiento antivacunas y antiuso de cubrebocas.
“La gente me pregunta por qué apoyé el uso de “We’re Not Gonna Take It” para el pueblo ucraniano y no lo hizo para los anticubrebocas. Bien, un uso es para una justa batalla contra la opresión; el otro es un infantil pie pisando fuerte contra un inconveniente”, escribió.
En otro tuit explicó que su aprobación tiene la intención de crear conciencia de los estragos de los conflictos armados en la vida de las personas, como lo hizo su abuelo durante la Segunda Guerra Mundial a manos de la entonces URSS e incluso su abuela durante la ocupación rusa de los Cárpatos.