Ucrania disparó misiles de fabricación estadounidense contra la región rusa de Bryansk, según informó el Ministerio de Defensa de ese país, en una escalada importante desde el inicio de la guerra. El ataque se produce solo dos días después de que la administración Biden diera luz verde a Kiev para utilizar las armas estadounidenses de mayor alcance contra objetivos dentro de Rusia.

Soldados ucranianos disparan un obús autopropulsado 2S1 Gvozdika en la provincia rusa de Jersón, el 27 de abril de 2024. Kostiantyn Liberov / Libkos / Gettyimages.ru

Ucrania disparó 6 misiles balísticos estadounidenses contra una instalación en Briansk, Rusia.

Las defensas aéreas de este país derribaron cinco de los misiles y otro resultó dañado. Fragmentos del proyectil cayeron en territorio de una instalación militar provocando un incendio que fue controlado por las autoridades, quienes informaron que no existieron heridos ni fallecidos.

La escalada ocurre luego de que el pasado domingo el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, autorizó a Ucrania utilizar misiles de mayor alcance dentro de Rusia poniendo fin a una prohibición de meses y cuyo objetivo era ayudar a Ucrania a defenderse sin agravar drásticamente el conflicto.

La respuesta del Kremlin no tardó, sino dos días cuando el presidente Vladimir Putin confirmó el ataque con un misil balístico sobre territorio ucraniano. Según el Primer Mandatario la ofensiva tuvo como objetivo las instalaciones de una industria de defensa ucraniana sin embargo aclaró que dicho armamento no era parte del arsenal a gran escala.

De su lado, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, acusó al Kremlin de usar armamento nuevo no antes empleado a lo largo de la guerra.

«Hoy nuestro loco vecino ha demostrado una vez más quienes realmente y cómo desprecia la dignidad la libertad y la vida humana en general», dijo.

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