Un «aterrizaje forzoso» de helicóptero cobró la vida del presidente iraní, Ebrahim Raisi y el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amir, en el este de Azerbaiyán. Sin embargo, el rescate tardó un par de horas, debido a las condiciones climáticas adversas, que impedían el ingreso de las brigadas.
Los cuerpos de los fallecidos arribaron a Irán para la realización de la ceremonia fúnebre, en memoria de los funcionarios. Previo a su traslado al santuario del Imán Reza, los féretros fueron llevados en un recorrido por las distintas calles de Teherán. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Irán, Nasser Kanaani, lamentó el deceso de los altos funcionarios y expresó sus condolencias a los familiares.
«La muerte de Amir-Abdollahian es una pérdida para el aparato diplomático de Irán, pero no habrá cambios en la política exterior de la República Islámica de Irán», sostuvo.
De su lado, el líder supremo Jamenei, declaró un luto de cinco días en todo el país, en solidaridad con las familias de las víctimas.
Tras el fallecimiento de Raisí, el líder supremo de Irán, Ali Jameneí, designó al vicepresidente, Mohamad Mojber, como su sucesor interino durante un plazo máximo de 50 días, en el que deberá acordar con los poderes Legislativo y Judicial, la elección de un nuevo presidente.
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