El principal efecto del LSD, una de las drogas alucinógenas más consumidas del mundo, es que «hace perder la conciencia de uno mismo», según el estudio liderado por la Real Academia Neerlandesa de Artes y Ciencias y el Imperial College de Londres.
Quince voluntarios que nunca habían probado ningún psicotrópico se inyectaron una solución con 75 microgramos de esa sustancia y, tras 70 minutos bajo los efectos del LSD, fueron introducidos en un escáner cerebral.
Los efectos alucinógenos del LSD son conocidos pero, sin embargo, nunca se había estudiado cómo esta droga altera las funciones cerebrales.
«En condiciones normales, nuestro cerebro se basa en redes independientes que realizan funciones especializadas por separado, como ver, moverse u oír», explicó el coautor de la investigación, Robin Carhart-Harris.
Sin embargo, «bajo los efectos del LSD la separación entre estas redes se rompe y, en su lugar, vemos un cerebro más integrado o unificado», añadió el doctor, del departamento de medicina del Imperial College .
En concreto, esa disolución de fronteras sucede en la región del córtex que se encarga de la conciencia y de la captación de información del exterior a través de los sentidos, según explicó Enzo Tagliazucchi, del Instituto Neerlandés de Neurociencia.
Así, cuando las regiones del cerebro «comparten información» crean la sensación de «disolver las fronteras del individuo», apuntó Tagliazucchi.
El investigador señaló que «el hallazgo subraya el valor que las drogas psicodélicas pueden aportar a la ciencia bajo condiciones controladas de investigación».
Tagliazucchi manifestó su voluntad de seguir usando psicodélicos para investigar los estados de conciencia, incluido el sueño, la anestesia y el coma.