En total, 358 familias tuvieron que dejar sus casas como medida de prevención ante el aumento del caudal de los ríos Paraná y Salado.
Actualmente los ríos se encuentran estacionarios pero se prevé que el pico máximo de volumen de agua se alcance el viernes, por lo que se descarta que los evacuados puedan regresar a sus casas próximamente.
Sin embargo, desde Defensa Civil apuntaron que tampoco se espera que haya que desalojar a más vecinos y que la situación está controlada.
La parte más afectada es la ciudad de Santa Fe, capital de la provincia, y sus zonas cercanas.
Desde comienzos de año, distintas zonas de Argentina se han visto azotadas por episodios de inundaciones debido al fenómeno meteorológico de El Niño, que actúa con una intensidad mayor de lo habitual.
Las más graves se dieron en la zona noreste del país, conocida como el Litoral, en las semanas de Navidad, cuando hubo unos 30.000 evacuados. EFE