El australiano Warren Richardson captó cómo dos adultos pasaban a un recién nacido por la alambrada que separa Serbia y Hungría.

En blanco y negro. Casi en penumbras. Un alambre de púas separa a un hombre que, en cuclillas, entrega un bebe a otro que lo recibe con los brazos extendidos. Es la fotografía que según el jurado de World Press Photo (WPP), el concurso de fotoperiodismo  más prestigioso del mundo, mejor representa a 2015. Fue elegida entre 83 000 imágenes, presentadas por 5 775 fotógrafos de 128 países.

Su autor, el australiano Warren Richardson, captó ese dramático momento el 28 de agosto del año pasado en la frontera entre Hungría y Serbia. El fotógrafo, que trabaja de forma independiente, llevaba cinco días acampando con refugiados cuando vio acercarse a la línea fronteriza a unas 200 personas. Primero pasaron las mujeres y los niños; después, los padres de familia y los ancianos. «Jugamos al gato y al ratón con la policía toda la noche», recordó Richardson. Y agregó: «Eran casi las tres de la mañana cuando tomé esa foto. No podía usar el flash porque la policía trataba de encontrar a esta gente, así que me serví de la luz de la luna». Debido a la necesidad de ahorrar batería, Richardson sólo vio la foto que había tomado cuando regresó a Budapest. La tituló Esperanza de una nueva vida.

Los refugiados de Siria e Irak figuran también en la serie ganadora de la categoría de Noticias de Actualidad. Captados por el fotógrafo ruso Sergej Ponomarev para The New York Times, presenta una barcaza con demasiada gente a bordo intentado ganar la orilla de la isla griega de Lesbos. En la categoría de Gente, aparecen menores refugiados, con una niña que se cubre la cara con un impermeable de plástico transparente. El autor es el esloveno Matic Zorman, y la pequeña estaba en un campo para demandantes de asilo dispuesto en Serbia.

Pero no solo los primeros premios son especiales. En la sección de temas Contemporáneos, la estadounidense Adriane Ohanesian quedó en segundo lugar con la instantánea de Adam Abdel, un niño sudanés de 7 años quemado por las bombas lanzadas por el Gobierno contra su pueblo, Burgu, en Darfur. Y en el apartado de Naturaleza, otro australiano, Rohan Kelly, se llevó el primer premio por haber captado el momento en que una masa de nubes parecía abalanzarse como un tsunami sobre la playa de Bondi, en Sídney, publicada por  The Daily Telegraph.