Diego Martínez, gerente del Banco Central del Ecuador (BCE), destacó que en 2015, la economía ecuatoriana experimentó un crecimiento positivo de 0,3%. El funcionario señaló que también se registraron crecimientos positivos en el gasto de consumo final del Gobierno (1,1%), en el gasto de consumo final de los hogares (0,2%) y en las exportaciones de bienes y servicios (0,2%).

Detalló que la economía petrolera presentó una tasa negativa de crecimiento de -1,7%. Este resultado se dio como consecuencia del efecto combinado de la caída de los precios internacionales y de un menor nivel de producción de crudo. Sin embargo, el sector no petrolero ecuatoriano tuvo un crecimiento positivo de 1%, “que refleja cómo nuestra economía puede sobrellevar aquellos momentos (difíciles)”, aseguró el titular del BCE.

Las actividades económicas con mayor crecimiento fueron acuicultura y pesca de camarón (13,8%), refinación de petróleo (8,0%) y suministro de luz y agua (7,9%). En cambio, las actividades que efectuaron la mayor contribución a la variación anual del PIB, medida en puntos porcentuales, fueron las actividades profesionales, técnicas y administrativas (0,32), manufactura (0,19), electricidad y agua (0,18), agricultura (0,15) y transporte (0,11).

Por otra parte, el valor agregado bruto no petrolero aumentó el 1,0% y el valor agregado bruto petrolero presentó un decrecimiento de 1,7%. A pesar del saldo negativo de la balanza comercial, los resultados de balanza de pagos ecuatoriana muestran algunos datos positivos. Entre estos, se encuentra el mayor saldo de inversión extranjera directa, medida en términos corrientes, en los últimos 10 años.

En 2015, Ecuador logró un ingreso de inversión extranjera directa por 1.060 millones de dólares, lo cual representó un crecimiento de 37,1% con respecto a 2014. “Este es el valor más alto registrado desde el año 2005”, aseguró.