Este casi medio millón de preservativos, divididos en 10.500 deportistas, en poco más de dos semanas de competición, dan un promedio asombroso: habrá dos condones por día para cada competidor. Según informó The Guardian, las cifras fueron aumentando con el correr de las ediciones: se repartieron 90.000 en Barcelona 1992 y en Sídney 2000, mientras que en Atenas 2004 se alcanzaron los 130.000 preservativos.
Por su parte, en Beijing 2008 y en Londres 2012 la repartición llegó a 150.000. Las cifras son notablemente menores a las que se prevén para este año, pero se debe a que Río 2016 será la primera edición en que se suministrarán condones femeninos. Además, el virus del Zika se ha transformado en uno de los motivos para que la precaución sea extrema.
Sin embargo, no todas las delegaciones aceptarán los condones brindados por los organizadores. Por ejemplo, los australianos ya confirmaron que darán preservativos a sus propios atletas con un antivirus para una protección extra. Por otra parte, los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) restaron importancia a la inquietud en el sentido de que los JJ.OO. ayudarán a propagar el virus del Zika en el mundo.
En un informe de análisis de riesgo, los CDC dijeron que la transmisión del virus del Zika durante los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río de Janeiro 2016 será baja debido a que agosto y septiembre son meses de invierno en Brasil, cuando un clima más fresco y más seco normalmente reduce las poblaciones de mosquitos. Los CDC aconsejan a las embarazadas evitar los viajes a cualquier área en la que haya una transmisión en curso del Zika.