Algunas mascotas son llevadas por sus dueños; otras han sido encontradas deambulando en las calles o abandonadas en casas o predios deshabitados, en tanto que otras más fueron rescatadas de entre los escombros que produjo el terremoto de 7,8 grados que asoló a las provincias de Manabí y Esmeraldas el 16 de abril pasado.

Algunas mascotas son llevadas por sus dueños; otras han sido encontradas deambulando en las calles o abandonadas en casas o predios deshabitados, en tanto que otras más fueron rescatadas de entre los escombros que produjo el terremoto de 7,8 grados que asoló a las provincias de Manabí y Esmeraldas el 16 de abril pasado.

Se trata de los animales sobrevivientes del movimiento telúrico en Pedernales, que reciben atención en un espacio acondicionado por los integrantes de la fundación Acción Animal Ecuador, quienes se movilizaron hasta el balneario ecuatoriano al día siguiente de ocurrida la tragedia. Camilo Ramírez, fundador de la organización, señala que se movilizaron inmediatamente por la certeza que tuvieron de que iba a ocurrir un problema con la fauna urbana a partir del fenómeno natural. Y no se equivocaron.

Lo primero fue tratar de ayudar en la búsqueda de animales atrapados entre los restos de las cientos de edificaciones afectadas por el sismo. Al respecto, Ramírez resalta como lo más emocionante el salvamento de 3 cachorros que fueron encontrados con vida bajo toneladas de concreto junto al cadáver de su madre.

Resalta la labor de los equipos de rescatistas que -dice- se portaron increíblemente, “preocupándose por salvar animales como si se tratara de personas”. El activista también destaca el apoyo brindado por la Policía, cuyos miembros han ayudado rescatando animales y gatos encontrados en las vías, y otros que fueron dejados “al cuidado” de las viviendas semidestruidas, como lo describe Ramírez.

Además de heridas y fracturas ocasionadas por el sepultamiento y la caída de objetos, los integrantes de Acción Animal han atendido junto con los profesionales veterinarios voluntarios que los ayudan 2 problemas básicos muy extendidos entre la fauna urbana del balneario manabita: TVT y gusanera.

El primero son las siglas de tumor venéreo transmisible, un mal que se propaga mediante el coito y que suele producir heridas sangrantes en los genitales tanto de los machos como de las hembras. En tanto que lo otro tiene que ver con infestaciones de larvas en la piel de los animales, un problema que se propaga con facilidad en los lugares con climas cálidos como es el caso de Pedernales. Esta situación se encontraba tan avanzada en uno de los animalitos (un perro) que no pudo ser controlada y murió. Las larvas se habían tomado casi toda la cabeza y el tratamiento con antibióticos ya no surtió efecto.

El fundador de Acción Animal calcula que las atenciones veterinarias que han efectuado rondan las 500 en total, que incluyen tratamientos genéricos no derivados del movimiento telúrico. Entre los animales encontrados abandonados en casas o en malas condiciones está un caimán, que era mantenido dentro de una tina para ‘engorde’, pues su dueña pensaba comérselo cuando alcanzara las dimensiones adecuadas.

También fue hallada una mona capuchina; ambos especímenes fueron enviados a la clínica veterinaria de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) para su evaluación y posterior reinserción a la naturaleza o entrega a alguna institución. Además se encontraron dos guantas, que tras ser estabilizadas fueron reinsertadas en la naturaleza, cerca de Pedernales. Algunos animales llegan en condiciones de desnutrición y deshidratación, al sitio en donde opera la organización. Varios necesitan incluso ser alimentados primero mediante suero antes de que empiecen a comer y beber normalmente. Además de la ayuda médica voluntaria que ha recibido la entidad, los implementos (sueros, jeringuillas, medicinas, etc.) también proceden de la colaboración de personas y entidades, tanto nacionales como internacionales.

Posteriormente se buscan alternativas para su reubicación a través de la red de socios que tiene la organización no gubernamental (ONG) en el país. Estos organismos se encargan de encontrar hogares seguros en donde los animales puedan vivir en buenas condiciones. Se extreman los cuidados para evitar que, debido a la emergencia, el animal sea colocado con una familia de buena voluntad, pero que luego lo abandone traspasando el problema a otra zona del país. Adicionalmente, los especímenes son esterilizados con el fin de evitar a futuro el crecimiento indiscriminado de la fauna urbana. Ramírez calcula que han sido enviados a ciudades como Quito, Guayaquil, Cuenca y Santo Domingo unos 350 animales.

En esos lugares, diversas entidades trabajan en sus canales para lograr la adopción de los animalitos. Acción Animal labora actualmente en un inmueble prestado por el Municipio de Pedernales, pero les han comunicado que lo necesita para otros fines relacionados con la emergencia, pero pueden permanecer allí hasta la próxima semana. Por ello, la organización ha planificado apoyar la acción de la única veterinaria que existe en la población manabita para que la profesional continúe ejecutando el trabajo por su cuenta.