Con GPS (posicionador satelital), aplicaciones móviles y mucho cuidado, los geólogos Patricio Ramón y Pablo Palacios, del Instituto Geofísico, instalaron uno de los siete sismógrafos que rotarán en al menos 20 puntos o sectores de la zona cero de Portoviejo, sitio de mayor afectación por el terremoto del pasado 16 de abril.

Este plan o programa tiene dos fases y se prevé terminar en tres meses.

Los resultados determinarán cómo y dónde se deben estructurar las edificaciones en esta zona, donde ahora se desarrolla un proceso de demolición.

Ramón indicó que la tecnología es la misma que se aplicó luego de los terremotos en Nepal, Japón y Chile. Ayer, un sismógrafo se colocó en un área del mercado 1 de Portoviejo; otros tres ya se habían ubicado el pasado miércoles en la UPC del parque Cayambe, el centro comercial municipal y el Municipio de la capital manabita.