Del total de detenciones desde la primera gran protesta, que tuvo lugar el pasado 17 de noviembre, 316 acabaron en un auto de prisión, agregó el ministro.
Castaner indicó que 1 800 de los detenidos han sido condenados y que 1 300 de los casos están todavía pendientes de ser juzgados.
El ministro responsabilizó a «pequeños grupos animados por el odio» de los actos violentos, al tiempo que se opuso a toda amnistía, como están pidiendo algunos de los portavoces de los «chalecos amarillos» y grupos de la oposición.
«Mi mensaje es claro: toda destrucción, toda agresión será perseguida y sancionada», señaló Castaner durante la recepción de casi un millón y medio de euros provenientes de una recogida popular de fondos en favor de los agentes agredidos durante las protestas.
Fuente: El Comercio – Nota Original: LINK