Tras interceptarlos a 50 millas náuticas de la isla San Cristóbal, los elementos del orden iniciaron una intensa persecución, por lo que los tripulantes, al percatarse de la presencia policial, lanzaron la carga al mar, huyendo a 25 nudos de velocidad.
Los policías y marinos recuperaron del mar 27 bultos y los trasladaron hasta el muelle de la Armada de San Cristóbal, donde fueron revisados. 25 de ellos estaban en sacos de color negro y en su interior había 30 paquetes tipo ladrillo y dos fundas de color amarillo, con 37 y 39 paquetes respectivamente.
Después de la fijación y pesaje se determinó que se trataba de 874,1 kilos de clorhidrato de cocaína. Cada bloque tenía impreso varios logotipos como Nike, X en puntas, 07 y AX.
Como indicio, además se encontró una sonoboya, que es un aparato que permite localizar mediante señales de GPS la ubicación de embarcaciones. En este caso, los narcotraficantes lo utilizan para encontrar las coordenadas de su producto ilícito.
Esta operación tiene como antecedente técnicas de inteligencia desarrolladas por la Red Internacional Antinarcóticos de Policías de América, que permitió conocer el transporte de cocaína desde el sur de Colombia por vía marítima con destino a Centro América.
Al momento, la Dirección Nacional Antinarcóticos realiza investigaciones adicionales para identificar y desarticular a la organización de narcotraficantes que está detrás del envío de este cargamento.