“Tres meses después del paso de Matthew, seguimos trabajando en el país para mejorar la calidad del agua y los refugios de las comunidades más inaccesibles a las que solo se puede llegar en helicóptero. Además, hemos vacunado de cólera a 13.800 personas”, se lee en el comunicado de la organización.
Naciones Unidas calcula que el paso de Matthew por el país más pobre de América dejó más de 570 muertos y unas 750.000 personas “seriamente afectadas”.
Según MSF, además de la entrega de 14.515 kits de higiene, 10.752 bidones de agua, ocho millones de pastillas potabilizadoras, mantas y galletas de alto contenido nutricional, cada una de las 9.530 familias beneficiarias recibirá también «10 chapas de metal, suficientes para reconstruir un techo de 12 metros cuadrados», que pueda «brindarle un refugio adecuado».
La ONG reconoce que la entrega de la ayuda ha representado un gran desafío, por la geografía de las zonas más afectadas por el paso del huracán, por las constantes lluvias -que a su vez suelen restringir los vuelos en helicóptero, que son la única forma de llegar a determinadas áreas por la falta de carreteras- y por problemas de seguridad.
“Estas complicaciones producen muchos retrasos, lo que genera cierta frustración entre la población. Por eso, nuestros equipos de terreno tienen que pasar mucho tiempo explicando nuestras acciones antes de llevarlas a cabo y garantizar que la distribución se produzca en las condiciones adecuadas”, dice Lily Caldwell, coordinadora del equipo de emergencias de MSF, citada en el comunicado de la organización.
La distribución de la ayuda también contó con el apoyo del Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas.