El proceso de destrucción se realizó en tres períodos. La primera etapa, comprendida entre los años 1992 y el 2001, con un depósito de 36.71 kilos de alcaloide, se encuentran pendientes de incineración 3.2 kilos. La segunda etapa, desde el año 2001 al 2014, con 1, 74 toneladas de drogas, de las cuales se encuentran pendientes de destrucción 217.48 kilos. La tercera etapa fue regida por el Código Orgánico Integral Penal (COIP) desde el 2014 hasta la actualidad, con 153.52 toneladas, de las que resta por incinerar 3,39 toneladas. Esto significa que se ha destruido un 98 % de las sustancias sujetas a fiscalización.
En la primera etapa, la droga era almacenada por el extinto Consejo Nacional de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas (Consep). Los remanentes se deben a situaciones específicas, ya que algunos estupefacientes se encuentran inmersos en procesos judiciales. El objetivo es culminar la destrucción de los alcaloides hasta el 31 de diciembre, resaltó el ministro del Interior.
Rodrigo Suárez agradeció el apoyo del Ministerio del Interior y de la Policía Nacional en este proceso y añadió que el proyecto final planifica que la Seted cuente con sus propios hornos de incineración, en los que las sustancias ilícitas tras concluir con el proceso legal en un tiempo no mayor a 48 horas sean destruidas.
“Las sustancias ilícitas son contaminantes, perjudiciales para el ser humano y el ambiente, por ello la necesidad de agilizar los procesos”, concluyó Serrano.